Sin duda, debes haber escuchado que, posterior a la pandemia, el teletrabajo llegó para quedarse. Pues bien, efectivamente es lo más probable, pero lo interesante es conocer por qué. El teletrabajo es una modalidad que aporta beneficios no solo a empresas sino también a colaboradores, sobre todo en tiempos de incertidumbre como los actuales que se viven, donde su flexibilidad permite a todos encontrar un equilibrio entre las actividades laborales sin poner en riesgo la salud.

Beneficios para Colaboradores

Para los colaboradores, el teletrabajo, en una situación normal, puede aportar grandes ventajas, entre ellas:

  • Mejora en la calidad de vida, a partir de la disminución en los tiempos y costos de desplazamiento, en la conciliación de la vida familiar y vida laboral, y en la flexibilidad de hacer actividades paralelas en tiempos muertos como almuerzos o pausas activas.
  • Diferentes estudios muestran que el teletrabajo responsable fomenta la productividad de los colaboradores, brindando una mejor administración de los tiempos y el cumplimiento de objetivos.
  • Además, la incorporación de nuevas tecnologías permite el desarrollo de habilidades diferentes e impulsa la capacidad de sortear desafíos como una nueva destreza del colaborador.

Beneficios para las Empresas

En empresas que se encuentran en países con menores brechas en lo digital; es decir, con buena penetración de Internet, con conectividad relativamente estables y baja tasa de analfabetismo digital, el teletrabajo se asoma como una verdadera opción. Lo que hace diez años era impensado, hoy es una realidad, mostrándose innumerables beneficios:

  • Continuidad operativa (servicio 24×7). Ya no es necesario que todos estén  conectados en un mismo lugar, hora y canal, sino que incluso es factible hacer turnos consensuados para que la operación no se detenga.
  • El aumento de la productividad. El 62,9% de los empleados se perciben más productivos en casa.
  • El desarrollo de competencias digitales por parte de los colaboradores, aumenta la competitividad de la empresa en el mercado, además, se impulsan soft skills, como el trabajo en equipo y la creatividad, mejorando la resolución de problemas y el cumplimiento de objetivos.
  • Beneficios económicos. Disminuye la tasa de licencias laborales por enfermedad, los costos de mantención y de higienización de espacios, el pago de servicios básicos, y, quizá, el arriendo de espacios y estacionamientos. Lo que para muchas organizaciones implica un costo fijo importante dentro de sus operaciones, con el teletrabajo se puede reducir notoriamente.

Sin embargo, trabajar bajo esta modalidad implica cambios en las empresas. Además, no todos los trabajos pueden realizarse a distancia y a no a todas las personas les acomoda. Los expertos sugieren diferentes técnicas para incorporar el teletrabajo de forma semi permanente:

  • Listar todos aquellos cargos que podrían realizarse de forma remota.
  • Definir una política de teletrabajo: cargos sujetos a teletrabajo, medición de productividad, modelo de control de horarios o por objetivos, pago o subvención de conectividad, formato (idealmente intercalar días presenciales con días remotos), entre otros aspectos.
  • Generar campaña de concientización y cambio cultural. Es fundamental la participación de líderes, directivos y Recursos Humanos para llevar a cabo el cambio de modalidad, transmitiéndolo como una nueva forma de trabajar más que un premio o reconocimiento.
  • Fomentar las nuevas habilidades. Administrar por objetivos y no por horarios, fomentar la auto organización, impulsar la incorporación de nuevas herramientas digitales, entre otros.

El teletrabajo es una nueva modalidad que tiene desafíos, pero innumerables ventajas. En esta nueva era, acelerada por el coronavirus, es momento de probar, innovar y lanzarse a esta nueva aventura.

Comparte este artículo

Facebook
Twitter
LinkedIn