Hoy los clientes de los bancos deberían estar exultantes. Podrán consolidar la información que le proporcionan sus bancos, con un enfoque mirado desde su necesidad de gestión. El motivo de ello es la segunda directiva europea que norma a sus bancos a que estos permitan que sus clientes obtengan directamente su información, por medio de APIs abiertas.

Esta buena práctica, que si bien para Europa se tradujo en una norma, ya ha comenzado a incorporarse en el resto de la banca como una estrategia de fidelización y simplificación frente a los clientes. De esta forma, las consolidaciones y extensiones de otras necesidades de información, permitirán mejorar en el corto plazo las decisiones de gestión de los clientes bancarios.

En tanto en otra plaza, la automatización está jugando un rol muy relevante en el crecimiento de esta industria. Las experiencias incipientes que se han tenido en los canales electrónicos desatendidos, como lo son el proceso de onboarding y chatbots, generan una expectativa importante en la disminución de costos y experiencia usuaria. De la misma forma, el aumento sustantivo de las opciones de medios de pago, no sólo mejora la disponibilidad del medio como tal, sino que también disminuye los costos de las entidades financieras. Se espera que en el corto plazo, un nuevo cliente se registre por sí mismo, disminuyendo sustancialmente las horas y costos de enrolamiento.

Pero la ‘madre de las batallas’ se ha focalizado en el front-end, donde no sólo los bancos lo ven como un elemento diferenciador, sino que también otras industrias. Incluso esto va más allá; se han creado áreas específicas, con niveles de competencia superlativos, como lo son los Digital Lab, que se reconocen como la estructura creada para enfrentar esta guerra. Mientras tanto, los proveedores de productos han redefinido su estrategia, enfocándose fuertemente al back-end, que en su frontera expone la robustez que entregan las APIs. 

El nuevo desafío de los proveedores se ha encaminado hacia dar seguridad al activo de información de los clientes, al análisis de información en tiempo real basado en reglas, y al enfoque metodológico del desarrollo, bajando el riesgo y acortando los plazos de puesta en producción.

En este escenario muchos pueden obedecer al llamado de la Transformación Digital, pero pocos serán los elegidos. La deuda técnica de los sistemas actualmente en uso serán el mayor escollo para obtener estas ventajas de acceder a la economía y administración de APIs, la automatización de los canales desatendidos y la conformación de un adecuado front-end que genera la anhelada diferenciación.

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