La biometría facial es una técnica de verificación de identidad que, debido a los importantes avances tecnológicos que ha experimentado, ha comenzado a ser aplicada por las organizaciones y empresas de manera frecuente, contribuyendo enormemente a la expansión de los procesos de verificación de identidad remotos y no asistidos.

Sin embargo, los sistemas han presentado fallas de seguridad importantes que le permiten a estafadores lograr burlar las pruebas de autenticación. Esto se debe a que, actualmente, el acceso a imágenes de alta resolución se ha facilitado con la existencia de las redes sociales. 

Por esta razón, se vuelve esencial mejorar el funcionamiento de esta herramienta, con el fin de lograr determinar eficazmente si la cara que la cámara está capturando es real o es un intento de falsificación. Lograr evitar ataques fraudulentos y detectar de manera fidedigna a la persona que está frente al móvil es posible si se realiza una prueba de vida facial. 

¿Qué es la prueba de vida pasiva?

Las pruebas de vida son herramientas que funciona por medio de una plataforma que mide datos biométricos y los analiza con el objetivo de evitar algún fraude. El sistema es capaz de determinar si la muestra obtenida corresponde a la de una persona viva presente al momento de la captura o se trata de una imagen o grabación.

La manera más común de realizar una prueba de vida es a través de la modalidad activa, donde el usuario debe moverse siguiendo patrones entregados o grabar frases aleatorias para ser reconocido y aprobado por el dispositivo. Esta modalidad no resulta completamente segura, porque los estafadores pueden presentar una foto recortada con agujeros en los ojos, usar una máscara o mostrar un video para engañar al sistema. Además, las técnicas de respuesta al desafío ponen a los atacantes en alerta de que están siendo revisados.

Y, por último, otro de los problemas de los métodos activos es que crean fricción, ralentizando el proceso de autenticación y, por consencuencia, aumentando las tasas de abandono y disminuyendo la calidad de la experiencia general del usuario.

Debido a todo esto, la solución que se presenta como la más efectiva y segura para la verificación de personas, en los formatos web y móvil, es el llamado método pasivo, puesto que identifica a quienes intentan vulnerar la seguridad sin que eso signifique que el usuario participe directamente.

Prueba de vida pasiva como parte de los productos de SOLEM

SOLEM integra en su plataforma CheckID la primera prueba de vida facial verdaderamente pasiva del mundo, la cual identifica intentos de suplantación sin participación del usuario. La clave de este método es la toma de muestras y verificación se produce en segundo plano. Esto permite evitar que los estafadores sepan cuando está sucediendo el test y elimina todas las problemáticas que genera la fricción.

Entre los beneficios de esta herramienta están:

  • Fortalecer la seguridad de la autenticación móvil y web.
  • Eliminar la fricción trabajando en segundo plano sin participación activa del usuario.
  • Evitar que los estafadores sepan que se está produciendo la detección de la vida
  • Facilitar la incorporación remota de clientes y mejorar los procesos de verificación de identidad
  • Reducir las cuentas fraudulentas y las absorciones de cuentas


Si deseas más información sobre cómo asegurar tu empresa por medio de la biometría y la prueba de vida pasiva, comunícate con nosotros a través de la pestaña Contacto de nuestro sitio web.


Escrito por Víctor Parra
Gerente de Producto
División de Identidades Digitales

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